La llegada del nuevo año hace que nos planteemos nuevos propósitos para cumplir. Perder peso, ir al gimnasio, no fumar o mejorar nuestra alimentación. Pero también podemos pensar en propósitos para ser mejores padres.
Como padres disfrutamos de la crianza de nuestros hijos pero también en ocasiones estamos agobiados con las responsabilidades y obligaciones que supone la paternidad. Las prisas, los deberes, los constipados o los exámenes no nos dejan disfrutar de las pequeñas cosas.
Propósitos para ser mejores padres
Además de otros propósitos, el próximo podemos intentar adoptar algunos comportamientos que nos permitan ser mejores padres. Propósitos sencillos que nos ayudarán a afrontar los retos que vienen. Y que seguro que no seguiremos en alguna ocasión pero que nos servirán de marco para nuestros objetivos familiares. Os vamos a apuntar algunos sencillos consejos que nos ayudarán a cumplir este deseo para el próximo año.
1. Estar presentes
Aunque nuestra intención es estar todo lo posible con nuestros hijos, el trabajo u otros compromisos y obligaciones no nos suelen permitir ese tiempo diario para nuestros hijos. El mejor propósito para el próximo año es poder ofrecerles una atención plena, activa y feliz. Nuestros hijos necesitan que les escuchemos, les hablemos y dejemos a un lado móviles y agendas. Con este propósito crearemos un vínculo más fuerte con nuestros hijos y evitaremos las rabietas y otros comportamientos negativos.
2. No tantos objetivos
Cuando comienza el año siempre nos planteamos un montón de expectativas como ir a visitar una exposición o hacer un viaje familiar en verano a la playa. Pero lo más práctico es pensar solo en objetivos posibles como intentar que nuestros hijos tengan una nutrición saludable y buenos modales, hagan ejercicio, duerman lo suficiente o disfruten de la naturaleza. Intenciones posibles y prácticas para el año que comienza.
3. Menos celulares
Otro de los propósitos del año puede ser reducir el tiempo de móvil cuando estamos con nuestros hijos. También cuando conducimos o estamos caminando por la calle. Nuestros hijos necesitan tiempo de calidad y si compartimos con la atención a nuestro móvil, sentirán que no les hacemos caso. Entenderán que este comportamiento es el ejemplo para seguir y en un futuro estarán pegados al móvil. Además, debemos intentar que nuestros hijos también estén menos pendientes de las pantallas.
4. Gritar menos y respirar más
Aunque muchas veces nuestros hijos nos enfadarán hasta el punto de no poder reprimir ese grito ocasional, un buen propósito es dejar de gritar este nuevo año. Podemos intentar respirar antes de soltar ese grito e incluso contar hasta 10. También podemos alejarnos de la situación y no contestar a nuestros hijos en caliente. Podemos descansar un rato en otra habitación o empezar a hacer otra actividad. Ese tiempo de reflexión nos ayudará a calmar nuestra ira y responderles con más tranquilidad. Siempre gritar menos y respirar más.
5. Ir más despacio
La vida diaria no debe ser una carrera para nuestros hijos. Debemos cultivar el slow parenting. No podemos estar presionándoles todos los días para que se pongan corriendo los zapatos y desayunen los cereales a toda prisa. Nuestros hijos no tienen porqué vivir como los adultos, aunque la vida actual marque ese compulsivo ritmo. Si por las mañanas tenemos que salir con prisa para ir al colegio, siempre podemos levantarnos todos antes. Hay que buscar estrategias para que puedan disfrutar de una infancia sin prisas.
6. Disminuir el tiempo de pantalla
Otro propósito importante para toda la familia es disminuir en tiempo de pantalla. No solo el de los niños, sino también el de los padres. Podemos buscar momentos sin pantallas como los móviles, los portátiles, las tablets o las televisiones. Una hora diaria en la que todos dejemos nuestros móviles y nos dediquemos a hablar y contar lo que nos ha pasado a lo largo del día. Tenemos que ser conscientes de los efectos negativos que tiene para su salud el uso abusivo de las pantallas e intentar evitarlo el próximo año. Beneficiará a nuestros hijos y a toda la familia.
7. Ser un padre feliz
Estar todo el día agobiado con la crianza solo puede perjudicar a toda la familia. Tenemos que disfrutar de la vida diaria e intentar ir afrontando los problemas uno a uno. Si nos agobiamos por cada problema que tengamos lo único que conseguimos es estar agotados todo el día.
Tenemos también que cuidarnos y buscar tiempo para nosotros mismos y para la pareja. Podemos dedicar tiempo al gimnasio, a la lectura, a estar con los amigos o a disfrutar de una película o una serie. Si nuestros hijos nos ven y sienten felices, ellos seguirán nuestro ejemplo. Intentemos ser padres activos y felices el nuevo año y nuestra actitud beneficiará a toda la familia. Unos buenos propósitos que nos permitirán empezar con buen pie el próximo año y disfrutar de la crianza con optimismo.
Fuente: El Mundo España